Audición improvisada
Para el papel de Elliott, el niño que encuentra a E.T., el amigo de Steven Spielberg, Jack Fisk, sugirió a Henry Thomas, que había aparecido en su película de 1981, ‘Raggedy Man’.
Sin embargo, en un esfuerzo por sacar toda la emoción posible del niño de nueve años, Spielberg optó por no darle al joven actor un guión durante la audición, y le dijo que improvisara la escena en la que un agente del gobierno le quita a su amigo extraterrestre.
Durante la audición, Thomas lloró a lágrima viva, suplicando al agente que no se llevara a su amigo.
El director quedó tan impresionado que se acercó al actor y le dijo: "Muy bien, chico, tienes el trabajo".