Lágrimas auténticas
Steven Spielberg le dijo a Drew Barrymore, que entonces tenía seis años, que E.T. era una criatura viva, que respiraba, real, en lugar de una marioneta, con el fin de provocar la mayor emoción posible cuando el extraterrestre abandona la Tierra.
De hecho, el director quería que la experiencia fuera lo más mágica posible para Drew, que cuando vio la marioneta manejada por ocho hombres, insistió en que eran simplemente los ayudantes de la criatura.
Así lo dijo: "No quería reventar la burbuja, así que simplemente dije: 'No pasa nada, E.T. es tan especial que tiene ocho ayudantes. Yo soy el director, sólo tengo uno'".
Spielberg también rodó la película en orden cronológico para asegurarse de que los jóvenes actores desarrollaran un vínculo con la marioneta.
Así, cuando Gertie lloró a lágrima viva cuando E.T. se marchó de la familia, Drew realmente creyó que su nuevo amigo la estaba dejando.