Amistades "peligrosas"
Durante los años que pasó como primer ministro de un país del G7, Silvio Berlusconi conoció a los líderes más importantes del planeta. Nacieron algunas relaciones que iban más allá de la mera diplomacia. La ex líder alemana Angela Merkel y el ex presidente estadounidense Barack Obama nunca fueron grandes admiradores de Berlusconi, pero eso no impidió que generara un vínculo más fuerte con Tony Blair -que fue huésped de su villa en Cerdeña con su esposa Cherie-, y con Vladimir Putin.
Berlusconi fue el artífice de estrechar una relación entre Estados Unidos y Rusia cuando en 2002 organizó una cumbre "Nato-Rusia" en Pratica di Mare, cerca de Roma, durante la cual se produjo el histórico apretón de manos entre el propio Putin y el entonces presidente estadounidense, George W. Bush. Más recientemente, el vínculo entre Berlusconi y Putin supuso una vergüenza para el gobierno italiano. Por un lado, Italia es un miembro sólido de la OTAN y ha enviado apoyo y armas a Ucrania para repeler la invasión rusa del país, y aunque Berlusconi formaba parte del gobierno aunque como "socio menor”, hizo algunas declaraciones en las que seguía hablando bien del presidente ruso.