'Nunca triunfarás como actor'
A finales de la década de 1970, aunque su carrera en el culturismo iba viento en popa, Arnie había expresado su deseo de dedicarse a la interpretación. Debutó como actor en el papel principal de ‘Hércules en Nueva York’ en 1970 y ganó un Globo de Oro por su papel en ‘Stay Hungry’. Pero al principio, los agentes le decían constantemente que "no tenía ninguna posibilidad" de triunfar en la gran pantalla. Años después, reflexionaba: "Al principio fue muy difícil para mí. Los agentes y la gente de casting me decían que mi cuerpo era 'demasiado raro', que tenía un acento raro y que mi nombre era demasiado largo. Lo que fuera, me decían que tenía que cambiarlo. En todas partes me decían que no tenía ninguna posibilidad".
Pero en 1982 dio un gran salto adelante interpretando al personaje principal de ‘Conan el Bárbaro’, que cambió el curso de su carrera en Hollywood hacia el estrellato.