Squidgygate
En 1992 los medios de comunicación británicos publicaron la transcripción de una conversación telefónica entre la princesa Diana y su supuesto amante James Gibley. Durante la llamada, James declaró su amor por Diana y la llamó por su apodo "Squidgy" en varias ocasiones, lo que inspiró el nombre del escándalo: "Squidgygate". Diana acabó confirmando que esta conversación se produjo, pero negó haber tenido una aventura con James.