Matrimonio fallido
Su romance relámpago llegó a un abrupto final. Sus superficiales cimientos empezaron a resquebrajarse y el constante resplandor de los focos y las travesuras de Tommy dieron lugar a peleas y rabietas.
En 1998, una de sus discusiones llegó a los golpes, por lo que Pamela llamó a la policía. Poco después, Tommy fue llevado esposado y la actriz apareció con moratones y las uñas rotas.
Pamela no tardó en pedir el divorcio. Tommy, que negó los cargos de agresión conyugal, fue condenado a seis meses de cárcel.