Sam Claflin revela los extremos a los que estuvo dispuesto a llegar para ser nominado al Óscar

El actor británico reconoce que ha tenido que salir demasiadas veces de su zona de confort para tratar de recibir el reconocimiento de la industria

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El actor Sam Claflin
El actor Sam Claflin

El actor Sam Claflin ha demostrado a lo largo de su extensa carrera que es uno de los intérpretes más versátiles de la industria. A sus 36 años, el intérprete tiene en su haber su participación en sagas juveniles como 'Los juegos del hambre' y también en series de culto como 'Peaky Blinders', donde daba vida al retorcido líder de un partido fascista. En alguna que otra ocasión, como ha confesado ahora, el artista británico se sintió demasiado presionado por sus propias ambiciones profesionales, concretamente por su obsesión de ser nominado al Óscar, a la hora de escoger papeles de los que ahora parece arrepentirse.

El intérprete, padre de dos hijos con su exmujer Laura Haddock, ha explicado en su reciente entrevista a GQ Hype que no guarda buenos recuerdos de su trabajo en 'The Nightingale', un filme muy duro de ver en el que da vida a un violador sin escrúpulos. "Fue un movimiento muy radical en la otra dirección. Creo que supuso un antes y un después en mi vida. No creo que vaya a hacer algo así otra vez", ha señalado sobre una actuación concebida para enamorar a la crítica por la "transformación" radical que experimentó su perfil interpretativo, mucho más dramático y siniestro que de costumbre.

"Pasé por una etapa en la que me moría por ser nominado al Óscar. Pero acababa haciendo cosas que no me representaban ni quería. Me transformé emocional y físicamente", ha señalado en la conversación. En definitiva, Claflin ha admitido que algunas de sus decisiones se veían condicionadas por su deseo de no ser "percibido como un actor difícil", o el de agradar en todo momento a la gente que había depositado toda su confianza en él.

"Hay trabajos que accedí a hacer y después me generaron dudas. Pero ya había dado mi palabra. No quiero que se me perciba como un actor difícil", se ha sincerado. "Una de las razones por las que me hice actor es que siempre he buscado el afecto de los demás. No me di cuenta de ello hasta hace poco. A veces trato demasiado de gustar a la gente y hacerla feliz, hasta el punto de que dejo de reconocerme a mí mismo", ha explicado. Sin embargo, ahora lo primero que se pregunta Sam Claflin antes de decidirse en un sentido u otro es: "¿Qué me hace feliz a mí?".

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